se dice por ahí,
que las de tacos y los de cinto
vivimos en dos planetas bien distintos…
-
yo esto no se lo niego, señor,
somos como agua y aceite,
poco tenemos que ver…
¡se lo acepto, no me rete!
-
pero su señoría, su señoría…
si usted supiera lo que siento
entendería un poco,
y si no, mucho lo lamento
-
déjeme contarle mister,
acérquese que le cuento,
sobre cuánto vale una Amiga.
pero guárdelo en secreto.
-
le cuento que Ella vale
lo que no valen mil amigos…
es una Hermana, ¿sabe?
Hermana de sangre, digo.
-
si usted supiera signore,
las cosas que juntos hicimos…
¡qué parrandas y qué noches!
¡hasta la siesta juntos dormimos!
-
ojo, ¡no me malinterprete!
esta es Amiga de fierro…
de esas por las que uno
faltaría hasta a su propio entierro.
-
son años, monsieur, entienda,
las vueltas de la vida nos unen,
son páginas de vida comunes,
cariños que no están en venta.
-
ja! si tan sólo usted supiera,
sociedad careta y buchona,
lo que vale para un hombre
la amistad de esta Campeona…
-
de esta Guerrera infranqueable,
de este Pilar de mi historia,
de esta Soñadora indomable,
cuya imagen yace en mi memoria
-
con ternura tal cual Niña:
Niña hermosa, Niña Amiga,
Amiga de todas las horas
en las grises, crudas,
en las horas lindas.
Ella es de esas que te caen
en tu puerta sin demoras.
más diestra que caballero
más firme que el mismo cuero.
-
ahora sí.
le pido que me oiga seu,
y que la cara me venga a ver,
atrévase usted a decirme,
que no existe la amistad
entre el hombre y