miércoles, 28 de abril de 2010

Encuentros a las seis y veinte


Cada tarde, a las seis y sin apuros, ella prepara su té.

Dos de azúcar y unas gotas de limón, por favor.

Ella vive al este de la bahía, en un quinto piso con buena vista al mar.

-

Cada tarde, a las seis y cuarto y con un poco más de prisa, el prepara su café.

Sin azúcar y sin leche.

Él vive al oeste de la bahía, en un sexto piso con buena vista al mar.

-

Ella es de esas que se toman su tiempo;

de pareo y sandalias en verano,

con pantuflas y bufanda en invierno.

-

A él todo le resulta poco tiempo;

con traje y zapatos en verano,

con traje y zapatos en invierno.

-

Ella prefiere tomar el té en el balcón,

y así también prefiere él su café.

-

A ella le fascinan los cuentos sobre el mar,

los cuadros sin pintar y los colores del atardecer.

Ella siempre quiso recorrer el mundo,

desenterrar historias de tesoros de piratas.

-

A él le preocupa la inflación,

la bolsa de valores y el precio del gas oil.

El siempre quiso vivir un poco más despacio,

respirar un poco más despacio, latir un poco más despacio.

-

Ella no lo conoce a él.

-

Él no la conoce a ella.

-

Y cada tarde, a las seis y veinte,

ambos se sientan en su balcón que mira a la bahía.

A las seis y veinte con ocho o treinta y ocho grados,

con el viento calmo o enfurecido,

pero siempre a las seis y veinte.

-

A ella le gusta la vista de Punta Carretas al atardecer.

Esa punta ventosa, con la ensenada rocosa en la cual

jugó de niña,

prometió amistad de joven,

y juró amor ya de mujer.

-

A él, siempre le gustó mirar hacia el Buceo.

Recordar ese puerto donde solía pasar los domingos de noviembre,

o los sábados de abril.

Ese puerto ventoso que le impregnó de salitre

el pelo cuando niño,

la piel de muchacho,

y las memorias ya de hombre.

-

Y ambos miran fijamente…

Se miran fijamente…

No se ven, pero se miran…

No se oyen pero se escuchan…

No se aman, pero se extrañan…

-

Y cada tarde se repite,

el ritual de las seis y veinte.

Ella con su té, el con su café.

Ella con sus ojos serenos como el mar;

él con su mirada agitada como el mar.

-

Son dos luceros,

dos extremos,

norte y sur,

ying y yang.

-

Son dos puertos,

dos amantes,

dos balcones,

tierra y mar…

-

Así se pasan los minutos,

alguna tarde más de prisa,

otra tarde duran más…

-

Y siempre a las siete menos veinte,

se dicen adiós con un suspiro melancólico,

de quien siente la soledad,

de quien se pierde en los pensamientos

contemplando la infinidad.

-

Hoy es jueves, y como cada jueves,

él llega del trabajo y prepara su café.

Sin azúcar y sin leche.

-

Y como cada día, se sienta en su balcón…

a las seis y veinte.

Y como cada tarde, contempla las luces…

del Buceo a lo lejos.

Y casi de inmediato, nota

la luz de un lejano balcón apagado.

Y entonces lo siente,

y solo se siente, y percibe

que algo cambió.

-

Se siente abandonado,

y el abandono lo invade.

El aire frío de la rambla llena

sus pulmones. Un nudo le oprime

la garganta y una lágrima impregnada de salitre aflora

sin permiso.

-

Ella no está,

y él lo sabe.

Él no la conocía,

pero sí.

Él no la extraña,

pero sí.

-

A las siete menos cuarto,

ya sin esperanzas, regresa

a su despacho a matar las horas

que le restan.

-

Ahora,

cada tarde,

a las seis y veinte,

él se sienta en su balcón que mira a la bahía.

A las seis y veinte con ocho o treinta y ocho

con el viento calmo o enfurecido,

pero siempre a las seis y veinte.

-

Sólo que ahora,

él se prepara un té.

Dos de azúcar y unas gotas de limón,

por favor…

2 comentarios:

  1. juan mi amiguis loquito... q seria mi vida sin ti, te juro no tengo ni idea..seguro yo no seria tan feliz. si te digo q sos mi mejor amigo me quedo corta, sos mi hmno de corazon, mi compañero de todas las horas, todos los momentos, con vos comparto mis alegrias, mis locuras, mis tristezas todo... no puedo dejar pasar ser la primera q te deja un comentario y ni dejar pasar la oportunidad de decirte cuanto te admiro y lo privilegiada q soy de tenerte en mi vida y tambien de muchas veces tener las primicias de lo q escribis... q la mayoria de las veces me sacan una lagrima,jaja. bueno esta demas decirte q te quiero mucho mucho mucho.. y q le agradezco a Dios todos los dias pq darme la alagria de conocerte..
    (ahh y no me retes por no ponerle tilde a nada,jaja)

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  2. Ay, qué lindo, qué lindo! Hermoso, Juan. Menos mal que nos abriste este espacio, así podemos disfrutar mejor tus escrituras. :)

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